miércoles, 22 de mayo de 2013

Tipos de reproducción animal y vegetal


Existen dos tipos básicos:
Reproducción asexual: En el proceso de duplicación sólo interviene un organismo, que genera organismos
nuevos que poseen copias idénticas de su material genético. 
Reproducción sexual: En esta variante, en la duplicación participan dos individuos, que generan un nuevo 
organismo que es diferente a ambos, pero que posee parte del material genético de cada progenitor.


Reproducción asexual
En la reproducción asexual un solo organismo es capaz de originar otros individuos nuevos, que son copias 
del mismo desde el punto de vista genético. Un claro ejemplo de reproducción asexual es la división de las 
bacterias en dos células hijas, que son genéticamente idénticas. En general, es la formación de un nuevo 
individuo a partir de células paternas, sin que exista meiosis, formación de gametos o fecundación. No
hay, por lo tanto, intercambio de material genético (ADN). El ser vivo progenitado respeta las 
características y cualidades de sus progenitores. Existen algunos ejemplos como la bacteria Escherichia 
coli, las amebas y la euglena. En esta reproducción las únicas células que participan son las haploides. 


Reproducción sexual
La reproducción sexual requiere la intervención de dos individuos, siendo de sexos diferentes. Los 
descendientes producidos como resultado de este proceso biológico, serán fruto de la combinación del 
ADN de ambos progenitores y, por tanto, serán genéticamente distintos a ellos. Esta forma de 
reproducción es la más frecuente en los organismos complejos, como en el caso de la especie humana. En
esta reproducción participan dos células haploides y las demás son diploides

Reproducción de los animales 
La función de la reproducción comprende el conjunto de actividades mediante las cuales los seres vivos
pueden multiplicarse para dar origen a seres vivos semejantes a ellos mismos. La reproducción es una de 
las funciones más importantes de los seres vivos, porque permite la continuidad de las especies.
La reproducción de los seres vivos puede ser sexual o asexual 


A) La reproducción sexual:
Ocurre entre dos organismos de sexos opuestos, el macho (masculino) y la hembra (femenino). Se realiza
en la mayoría de los animales y también en las plantas con flores, sucede en todos los organismos que 
tienen órganos sexuales. En este tipo de reproducción el nuevo individuo se origina a partir de la unión del 
gameto masculino o espermatozoide y del gameto femenino u óvulo. 
Existen dos casos especiales de reproducción sexual: el hermafroditismo y la partenogénesis.


1.- Hermafroditismo:
Es cuando un animal posee los aparatos reproductores masculino y femenino a 
la vez. Estos animales pueden autofecundarse, pero esto no sucede con 
frecuencia. El caracol, las lombrices y la babosa son algunas de las especies 
animales que presentan hermafroditismo. 




2.- La Partenogénesis:
Es cuando una hembra puede tener descendencia sin la intervención del macho. Este tipo de reproducción
la presentan los pulgones y los zánganos, entre otros. 



B) La reproducción asexual:
Ocurre en algunos animales muy sencillos como bacterias, estrellas de mar y también en muchas plantas.
Se realiza por medio de fragmentos del cuerpo del organismo. La reproducción asexual puede ser de tres
formas: 

Bipartición: 
Cuando la célula madre se divide en dos células hijas exactamente iguales a la célula madre.

Gemación:
El organismo progenitor produce una pequeña prolongación o yema que luego se 
desprenderá para dar origen a un individuo independiente pero más pequeño. Este tipo 
de reproducción es frecuente en animales como la hidra y las esponjas marinas.

Escisión:
Ocurre en algunos animales cuando pierden un trozo de su cuerpo y de ese 
trozo se genera otro animal completo. Por ejemplo, la estrella de mar, que al 
perder un brazo completo, le crece un nuevo brazo y además del miembro 
desprendido nacerá otra estrella completa. 



Clasificación por el tipo de nacimiento:

Animales ovíparos: 
Son los animales que nacen de huevos, como los insectos arañas, anfibios, aves, moluscos, peces, reptiles.
Entre los animales ovíparos existen ciertas diferencias, como la construcción de sus nidos o donde 
coloquen los huevos. 
Las aves construyen sus nidos en los árboles, en el suelo o en un espacio vacío de las rocas donde los 
ponen, empollan y protegen sus huevos. Las tortugas y otros reptiles entierran sus huevos en la arena.
Los peces y los anfibios ponen sus huevos en el agua y generalmente están recubiertos de una capa 
gelatinosa. 


Animales vivíparos:
En muchos animales el embrión se va desarrollando en el interior de la hembra y cuando ha crecido lo 
suficiente, la madre lo expulsa al exterior en el parto.


Animales ovovíparos: 
Cuando el embrión se desarrolla dentro de un huevo que se retiene en el interior de la madre. Por 
ejemplo, los tiburones, los ornitorrincos y las víboras. 


La fecundación: 
Es la unión del óvulo con el espermatozoide. El proceso de fecundación puede ser externa o interna: 


a) Fecundación externa:
En los animales acuáticos como los peces, crustáceos, anfibios, la fecundación se realiza en el agua. Tanto 
el macho como la hembra, liberan sus gametos en el agua, y la fecundación se realiza fuera del cuerpo de 
la madre. Las hembras depositan sus óvulos en el fondo del agua y los machos sueltan sus 
espermatozoides sobre esos óvulos, donde se unen. 


b) Fecundación interna:
En los animales terrestres, la fecundación se realiza en el interior del cuerpo de la hembra. El macho
deposita los espermatozoides dentro del cuerpo de la hembra y allí se unen con los óvulos. El resultado de 
la fecundación es la formación de una célula llama huevo o cigoto. La fecundación interna es típica en las 
hembras ovíparas de las aves y los reptiles y en las hembras vivíparas de los mamíferos


La reproducción en los invertebrados 





No existe mucha variación en el modo en que se reproducen sexualmente los distintos grupos de 
animales; no obstante, es precisamente entre los invertebrados donde encontramos una mayor variedad. 

La reproducción alternante en los cnidarios 

Algunos cnidarios se reproducen sexual y asexualmente de forma alternativa. A partir del huevo 
fecundado se forma una larva llamada plánula que se fija al sustrato y da origen a una colonia de pólipos. 
Algunos de estos pólipos producen asexualmente medusas. Éstas tienen gónadas, que generan óvulos y 
espermatozoides. Cuando se fecunda un óvulo, comienza de nuevo el ciclo. 
Este tipo de reproducción recuerda a la de las plantas, con un gametófito y un esporófito, pero no se 
debe confundir con ésta. En el caso de los cnidarios, tanto el pólipo como la medusa son diploides. 






El complejo ciclo vital de las tenias

Las tenias son gusanos de forma acintada que viven como parásitos en el intestino de las personas y de
muchos otros vertebrados. Para completar su ciclo vital han de pasar por dos hospedadores. La tenia 
adulta vive en el hospedador principal. Consta de una cabeza con la que se fija al intestino del 
hospedador, seguida de numerosos segmentos. Cada uno de estos segmentos tiene un aparato 
reproductor masculino y otro femenino. 
Cuando maduran, estos segmentos se desprenden repletos de huevos fecundados. Para continuar el ciclo, 
los debe ingerir otro animal, el hospedador secundario. Los huevos hacen eclosión en su aparato digestivo
De ellos salen unas larvas que atraviesan la pared del aparato digestivo y migran a diversos tejidos. En
ellos forman quistes que pueden permanecer en reposo durante años.
Cuando el hospedador principal consume carne con quistes, se infecta y desarrolla una tenia adulta que
queda en el interior de su aparato digestivo.
El ser humano es el hospedador principal de varias especies de tenias que, en general, no producen
demasiadas molestias. También actúa de hospedador secundario de otras especies.



El hermafroditismo de los caracoles


Los gasterópodos son hermafroditas; pero, como en la mayor parte de los animales hermafroditas, no se 
pueden fecundar a sí mismos. Deben copular con otro caracol y cada uno de ellos fecunda a su pareja. 
Generalmente, la fecundación es interna. 


La metamorfosis de los insectos

La metamorfosis consiste en que las crías, cuando nacen, son muy diferentes de los adultos, por su 
anatomía y por su comportamiento. Esto es muy frecuente entre los invertebrados, pero llama 
especialmente la atención en los insectos. 
No todos los insectos sufren metamorfosis. Entre los insectos en los que la metamorfosis es más 
completa se encuentran las mariposas, las moscas, los escarabajos, las hormigas y las abejas. 
La larva recién salida del huevo es una oruga. En un momento de su desarrollo se transforma en pupa. 
Esta permanece inmóvil y en su cuerpo se producen cambios que implican una transformación radical de su estructura. En esta fase se reciclan los tejidos de la larva y se forman los nuevos tejidos y órganos 
del adulto. Tras esta fase, aparece el insecto adulto o imago. 



La partenogénesis de los pulgones

La partenogénesis es un tipo especial de reproducción. Consiste en que un óvulo, sin la intervención de un 
espermatozoide, se desarrolla y da lugar a un adulto. En algunas especies de pulgones, las hembras solo 
se aparean al final del verano, y ponen huevos que pasan todo el invierno. Las hembras que salen de ellos 
en primavera se reproducen por partenogénesis a lo largo de varias generaciones hasta el final del 
verano, cuando se aparean para dar comienzo al ciclo de nuevo. 


El dimorfismo sexual de Bonellia viridis
La hembra adulta de Bonellia viridis, un gusano marino, alcanza más de un metro de longitud. Cuando sale 
del huevo es una larva nadadora de unos dos milímetros. Si se establece en el fondo, se transforma en 
una hembra adulta. En cambio, si la larva llega hasta una hembra adulta, no crece más y se transforma en 
un macho, que pasará toda su vida en el interior del cuerpo de la hembra, como un parásito. 


La reproducción de las plantas 

La flor es el órgano reproductor de las plantas, donde se realiza la reproducción por semillas. En el 
interior de las flores, se une una célula sexual masculina y una célula sexual femenina, para formar un 
fruto y posteriormente, las semillas. Luego, esas semillas desarrollan nuevas plantas. 


Las semillas
La mayoría de las plantas se reproducen por semillas. La semilla se origina por un proceso sexual, entre la 
unión del gameto femenino con el gameto masculino, y dentro de ella se produce algo parecido al embrión. 
Si se siembra, la semilla germinará y crecerá una nueva planta. 
Esta forma de reproducción consiste en el desprendimiento natural o artificial de una parte de la planta, 
que son capaces de crecer hasta formar un nuevo individuo, semejante a la planta de la cual se 
desprendió. Cuando una planta se reproduce de esta manera, la planta madre y la planta hija tienen 
algunas características diferentes. Por ejemplo, pueden tener flores de otro color, frutos más pequeños, 
o ser más resistentes a alguna enfermedad. Las semillas varían de forma y tamaño. Hay semillas muy 
pequeñas como las de pimentón y tomate; hay semillas muy grandes como las de mango y cocotero. Según 
la forma, pueden ser arriñonadas, redondas, aplanadas, rugosas, entre otras. 


La Germinación:
El proceso por el que una semilla da origen a una nueva planta se llama germinación. Para que suceda, es 
necesario que se den ciertas condiciones favorables. 
Que la semilla esté madura, en buen estado y con su embrión sano. 
Aire suficiente, calor y luz del sol. 
En la medida que el embrión se va desarrollándo, se produce el crecimiento de la planta. 
Las semillas conservadas en ambiente seco, pueden mantener sus propiedades y germinar al cabo de 
cierto tiempo. Las de los cereales pueden guardarse con capacidad de germinar durante 50 o 60 años. El
proceso de germinación ocurre en varias etapas, por ejemplo: 
La germinación de un grano de caraota se realiza en varios pasos. Primero la semilla se entierra en el
suelo. Algún tiempo después se asoma la raíz que crece hacia abajo. Después sigue creciendo la raíz y sale 
un tallito que crece hacia abajo. Después sigue creciendo la raíz y sale un tallito que crece hacia arriba 
buscando la luz. Por último, aparecen las hojas. 
Después de la germinación, la planta crece poco a poco hasta convertirse en una planta adulta, pueden 
llegar acrecer hasta 50 metros. El tiempo de vida es variable, generalmente, los árboles viven muchos 
años, pero otras plantas viven sólo un año.


Propagación vegetativa natural
Además de la reproducción por semillas, las plantas también pueden reproducirse por propagación 
vegetativa, que consiste en el desprendimiento natural o artificial de partes de una planta, que son 
capaces de crecer hasta formar una nueva planta, semejante a la planta de la cual se desprendió. 
La propagación vegetativa natural, es de varios tipos según la parte de la planta que intervenga. Las más 
comunes son: 





Por tallo:
Si son horizontales y crecen por encima de la tierra, se llaman estolones. Por 
ejemplo, la fresa se propaga por estolones. Si los tallos crecen por debajo de la 
tierra, es decir, subterráneos, se llaman rizomas, como el jengibre. Los rizomas y 
los estolones forman raíces.



Por bulbos:
Son tallos subterráneos modificados a partir de los cuales surgen nuevas 
plantas. Algunas plantas como la cebolla, el ajo y el tulipán poseen bulbos. 


Por raíces: 
Las raíces horizontales de varias plantas sirven como medio de propagación vegetativa, 
de la misma forma que lo hacen los estolones y los rizomas, pero no forman raíces. 
Ejemplo de propagación de este tipo, son las dalias y las batatas.



Por hojas:
En algunas plantas, cuando las hojas verdes caen, pueden desarrollar 
raíces, crecer y convertirse en nuevas plantas como ocurre con las 
tuneras

Propagación vegetativa artificial
Los humanos recurren a otros medios de reproducción, para obtener cosechas de mejor calidad y con 
mayor cantidad. Algunos de los tipos más comunes de reproducción vegetativa son: 


Por estaca:
La estaca es una rama pequeña con unos nudos y yemas, después que se separa de la 
planta y se siembra en la tierra, inmediatamente, le salen unas raíces que se 
desarrollas rápidamente y se convierten en una nueva planta. Comúnmente se usa el 
tallo, pero el uso de fragmentos de cualquier parte de la planta para la propagación, 
también puede considerarse dentro de esta técnica. Esta reproducción se da en la 
yuca, el rosal y la caña de azúcar. 

Por acodo:
Consiste en doblar una rama de una planta, enterrarla y cuando tenga raíces, 
separarla de la planta madre. La acodadura se diferencia de la estaca, en que 
la formación de las raíces ocurre antes y no después de la separación. Como 
ejemplo esta la mora. 






Por injerto:
Consiste en introducir un fragmento de tallo a otra planta, ambas de la 
misma especie o género, pero generalmente de una variedad diferente. 
Esto es posible debido a que las plantas pueden soldarse cuando están en 
íntimo contacto. Esta reproducción es ventajosa en el caso de los árboles 
frutales que al ser sembrados por semillas, o no dan frutos o tardan 
mucho tiempo en fructificar. 
Desde el punto de vista económico, la reproducción vegetativa requiere 
menos gastos y la cosecha es más rápida.





Algunos casos peculiares: 
Caracol:
El cruzamiento es muy lento, lleva entre 10 y 12 
horas. Primero hay un cortejo que lleva media 
hora, hasta que los dos se penetren 
simultáneamente con la introducción recíproca del 
pene de uno en la vagina del otro. Los 
espermatozoides son lanzados y cada compañero 
los almacena en el receptáculo seminal. 
La parte femenina del aparato reproductor se 
desarrolla, los óvulos quedan maduros para recibir 
los espermatozoides y ser fecundados 
transformándose en huevos. 
La postura se dará de 15 a 30 días después de la 
cópula, y lleva de 24 a 30 horas. Los huevos son 
blancos y gelatinosos. Si es la primera postura 
pone de 50 a 100 huevos, en la siguiente de 100 a 
150 huevos, tienen como media 3 posturas por año.

Marsupiales
En este grupo encontramos a los marsupiales. Muchos de estos animales se caracterizan por que las 
hembras tienen una bolsa donde guardan a sus hijos. Cuando los pequeñuelos nacen, no están del todo 
desarrollados. Tan pronto estos jovencitos salen al mundo se trasladan a la bolsa que su mamá tiene 
delante del vientre. Allí permanecen hasta que terminan su desarrollo, o los mandan a buscar fortuna por 
sí mismos, lo cual sucede mucho después. 
La bolsa no define o excluye a un animal de ser marsupiales. Muchas especies en este grupo no la tienen. 
Los científicos se basan en dos huesos presentes en la pelvis, en que nacen prematuros, y otras 



características de la mandíbula inferior y del cráneo. Pero no los queremos aburrir con más de estos 
detalles. 
Los marsupiales son naturales de Australia e islas próximas. Los encontramos desde Tasmania hasta poco
más al norte de Nueva Guinea. También están presentes en los continentes americanos, desde el sur de 
América del Norte hasta la Patagonia. Se ausentan de algunas islas mayores del Caribe. 
Entre los otros nombres que se usan al referirse a estos animales tenemos metaterios, aplacentarios y 
didelfos. 

























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